Hola a todos

 

Buenas tardes a todos.

Por fin he sucumbido a la tecnología. Voy a hacer algo a lo que llevo dando vueltas mucho tiempo:  abrir mi corazón a mis alumnos y amigos, compartir reflexiones, atreverme a recomendar alguna obra de teatro que me haya interesado, extender el poco conocimiento que haya podido adquirir en mis años como profesora, escribiendo a través de este medio. Estoy nerviosa.

En la vida uno adquiere un papel. De pequeño, casi sin darte cuenta, vas teniendo un roll dentro de tu familia, y el mío nunca ha sido el de “ser intelectual” , eso quedaba para mis padres y mis hermanos, yo he sido muy querida, eso sí, pero no precisamente por ser lista o ir de intelectual.

Pero después de 30 años siento que ya me toca poder compartir lo que pueda saber, compartir la cantidad de cosas que mis alumnos me aportan cada año, y todo lo que pueda ayudar a otros a crecer.

Bueno… pues aquí va, espero que sea recibido con cariño y condescendencia por los lectores, jeje.

Mi primera reflexión viene a colación del nombre elegido para el blog DRAMAS SIN DRAMA, es decir, ¿Hacer teatro sin sufrir?, ¿Ser estudiante y pasarlo bien? ¿Encontrar en el trabajo y la disciplina gozo?

La respuesta es sí, existe una cierta creencia de que el actor sufre mucho, que el solo hecho de entrar en contacto contigo mismo debe ser a base de cierto sufrimiento y a costa incluso de la salud mental.

Pues bueno, a todos esos que lo creen y que por ello no se animan a hacer teatro les diría que por supuesto que existe otra manera de acercarse a la interpretación, que puede ser muy gratificante e incluso altamente recomendable para todo el mundo… es fascinante poderse expresar, con el cuerpo, con la voz, y con el alma.

Y desde aquí animo a todos a hacer teatro, como decía Augusto Boal, todos somos artistas, no dejemos que nos quiten la ilusión del arte, de contar historias, de crear personajes… todos tenemos algo que decir, y es casi una obligación. Por eso yo también me he decidido a escribir.

La historia del mundo hay que crearla entre todos, no dejemos que la escriban solo unos pocos. Todos tenemos que aportar nuestro granito para hacer de este mundo un lugar un poco mejor que el que nos hemos encontrado y estoy convencida de que el teatro, y así lo digo a mis alumnos cada último día de curso de los últimos 10 años, nos hace mejores personas, nos enseña tolerancia, y nos enseña respeto, amor y generosidad.

Por eso lo repito: ¡HAGAMOS TEATRO ¡

Pero teatro sin pasarlo mal, sin tener que recordar nuestras humillaciones o nuestras pesadillas más íntimas.

Me gustaría matizar que yo creo que un estudiante de interpretación tiene que alcanzar un profundo conocimiento de sí mismo, lo que siempre genera ciertas inquietudes, te revuelves de algunos encuentros contigo, hay cosas que cuesta aceptar, pero si se hace con cariño, con ternura hacia uno mismo, no suele ser doloroso, aunque sí sorprendente.

El inconsciente, el jefe de tu gran imaginario, te puede llevar a todas partes: a todos tus recuerdos, a todas tus vivencias…, pero también a todas las cosas que has visto y disfrutado, películas, libros, viajes etc, de modo que no lo limitemos a nuestro interior, algo que nos puede hacer sufrir, y sobre todos, no lo hagamos  de un modo consciente, no lo busquemos y no lo hagamos nuestra método de trabajo.

Hay otras maneras, os lo aseguro.

 

Clara Cosials

Fuerza y amor

 

 

 

Los comentarios están cerrados.