flexibilidad 2. Inspiración…¿dónde andas?

Un actor tiene una línea divisoria muy frágil entre él y su personaje.

Es como bucear…estoy bajo el agua con una percepción un tanto irreal de lo que me rodea y sobre todo de lo que está fuera del agua…de vez en cuando necesito salir al exterior y coger aire, de ese modo mi mente chequea que todo está en orden, que no he hecho daño al otro, que estoy en el lugar adecuado del escenario, que he dicho mi texto… pero a veces, estoy mas tiempo del habitual y llevo hasta el limite mi capacidad pulmonar, buceo, buceo, buceo y estoy feliz…estoy en las profundidades con mi personaje…  y eso engancha. Estoy inspirado solemos pensar.

La inspiración hay que cuidarla, hay que darle de comer, hay que mimarla, escucharla…sino se irá hacia otro lado.

Hay gente capaz de imaginar el resultado en la mesa de trabajo y otros, entre los que me incluyo, que por más que llevemos todo preparado, escrito, pensado, dependemos tanto de las personas, y de todo lo que nos aportan en cada ensayo, que estas casi obligado a volver a empezar.

Aun así…siempre llevo todo preparado, la inspiración no puede llegar si no tiene donde apoyarse, aunque sea para desbaratarlo todo y ponerlo del revés.

Anne Bogart decía, casi como un chiste, que a menudo uno pasa todos los ensayos arreglando lo que ocurrió mal en el primero… Yo opino que hay mucha verdad en ello.

Para que en un ensayo surja la chispa hay que crear un ambiente de creatividad, permitirte no criticar, que los actores se sientan libres, no juzgados, un momento en que todo vale.

Y cuando surja una idea, una chispa, ÚSALA, DALE FORMA, CÁMBIALAContinuar leyendo «flexibilidad 2. Inspiración…¿dónde andas?»